Mis básicos en Dermatología estética de este 2020 (y los que lo serán en 2021)

Mis básicos en Dermatología estética de este 2020 (y los que lo serán en 2021)

Finalizo este 2020 haciendo una breve reflexión sobre los que considero mis básicos respecto a la Dermatología estética. Ha sido un año marcado por el uso de mascarilla como herramienta fundamental de protección frente a la infección por el nuevo coronavirus, aunque como dermatóloga he podido comprobar algunos efectos perjudiciales que puede tener sobre la piel (como el “maskne”, entre otros). A pesar de incorporar la mascarilla como un elemento necesario en el día a día, cubriendo gran parte de nuestra cara, el interés por mantener una piel sana y bonita ha continuado, al igual que la realización de numerosos tratamientos estéticos.

A lo largo de este año, destaco lo siguiente:

1. La calidad de la piel es lo primero

Muchos pacientes interesados en tratamientos como el bótox o los rellenos de ácido hialurónico acuden a mí para realizar estos tratamientos. Son técnicas que bien indicadas, consiguen resultados naturales y armónicos. El problema lo tenemos cuando partimos además de una piel apagada, en la que predominan por ejemplo las manchas o las rojeces. Numerosos estudios científicos confirman que la percepción sobre la juventud de una persona, viene más determinada por la homogeneidad de la piel (es decir, que no haya manchas o rojeces), más que por la valoración de arrugas concretas.

Por todo ello, mi consejo para 2021 es que visitéis a vuestro dermatólogo de confianza (si es que no lo habéis hecho ya) para adaptar una rutina de cuidado facial a las necesidades de vuestra piel.

2. ¿Bótox? Yes, please.

Gracias a toda la divulgación que existe sobre la toxina botulínica (más conocida como “bótox”), hemos conseguido desterrar muchos falsos mitos sobre este tratamiento: ni hincha, ni da efecto de cara paralizada si lo aplicamos de una manera correcta.

Bien indicado, en las dosis necesarias y los puntos concretos, es uno de los tratamientos que más satisfacciones genera en nuestros pacientes. No paraliza, sino que suaviza ciertos gestos inestéticos (como lo es el arrugar el entrecejo).

Su uso en dosis bajas, tiene una gran utilidad cuando buscamos un efecto preventivo en la aparición de arrugas.

3. El éxito reside en la combinación de tratamientos.

Lamentablemente, no existen milagros en dermatología estética y los mejores resultados los encontramos cuando se combinan tratamientos. Hay miles de ejemplos en este sentido:

*En el tratamiento de las manchas: los láseres consiguen resultados espectaculares, pero es necesario complementarlos con cremas despigmentantes y protección solar adecuada.

*En el tratamiento de la flacidez del tercio inferior: los hilos tensores pueden ayudar a definir la línea mandibular, pero el resultado es infinitamente mejor si además los combinamos con otras opciones como los ultrasonidos focalizados, los rellenos de ácido hialurónico o la infiltración de hidroxiapatita cálcica.

Por lo tanto…siempre suelo recomendar un planning de tratamiento a un año vista y las combinaciones de técnicas con las que podemos obtener los mejores resultados.

4. El ácido retinóico sigue siendo el rey.

Estamos ante un boom de nuevos principios activos en dermocosmética. Es una buena noticia contar con múltiples opciones de tratamiento para nuestros pacientes, pero existen en ocasiones muchos intereses comerciales que destacan la efectividad de los mismos.

En lo que a tratamiento antiaging se refiere, no existe ninguna evidencia científica capaz de desbancar al ácido retinóico (o su derivado retinol) como el número 1 en efectividad. Es cierto que hay situaciones como el embarazo en las que no podrá utilizarse y que en ocasiones deberemos usar concentraciones bajas e incrementos progresivos, pero su eficacia es innegable.

5. Importancia del tercio inferior: mentón, papada, línea mandibular y maseteros.

No sé vosotros, pero en mi caso llevo todo el 2020 escuchando diferentes afirmaciones sobre la importancia de potenciar la mirada debido al uso de la mascarilla (obviamente, es la zona más visible).

Personalmente, pienso que un tratamiento estético a quien primero debe hacer sentir bien es al propio paciente (sería un error el hacerlo por agradar a los demás). Nos miramos todos los días al espejo sin mascarilla, así que no debemos olvidarnos del tercio inferior de nuestra cara. Durante muchos años ha sido el gran olvidado, pero en la actualidad existen muchas técnicas no invasivas o mínimamente invasivas para lograr unas proporciones más armónicas. Hay pacientes, por ejemplo, que acuden a consulta para potenciar el volumen de sus labios, cuando en realidad existe un problema en el volumen del mentón. También es frecuente que nos soliciten aumentar el volumen de los pómulos, cuando el tratamiento más razonable puede ser atenuar el volumen de los músculos maseteros (y que dan un aspecto de cara “cuadrada”).

6. ¿Arrepentidas tras microblading de cejas?: existe una solución.

Es curioso, pero cada vez encuentro más pacientes que quieren eliminar o modificar los tratamientos de microblading o micropigmentación realizados en cejas. Muchas veces el arrepentimiento es debido al grosor de las cejas y en otras ocasiones a los cambios progresivos en la pigmentación.

Por suerte, en la actualidad contamos con láseres muy eficaces para eliminar el pigmento. Uno de ellos es el láser Q-switched de picosegundos (Picosure).

¿Qué novedades nos traerá el 2021? La verdad es que espero que sean muchas (y útiles). Si tuviera que apuntar dos tratamientos que creo que despuntarán en el próximo año, serían los siguientes:

  • Radiofrecuencia con agujas:

Seguimos en la búsqueda de un tratamiento mínimamente invasivo, con altas tasas de eficacia, para el tratamiento de la flacidez (sobre todo, la del tercio inferior facial). La llegada de nuevos dispositivos de radiofrecuencia con agujas que se colocan a nivel intradérmico, se postulan como opciones prometedoras.

  • Yoga facial:

Esta técnica no es nueva, pero considero que no está todo lo extendida que debiera. El envejecimiento de la piel no se produce solo a nivel superficial (piel flácida, arrugas finas o daño solar), sino también a nivel profundo con pérdida de grasa y músculo. Debido a ello, cada vez hay un mayor interés por la realización de ejercicio a nivel facial como vía para aumentar el volumen y la tonificación de los músculos que hacen de soporte para la piel de la cara. Su efectividad ha sido demostrada en estudios científicos, en los que observaron que la realización de yoga facial durante media hora a diario mejoraba el aspecto de la cara tras 20 semanas desde su comienzo.

¡ Os deseo a tod@s la mejor entrada posible en 2021 !

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